Diez claves podológicas que debes conocer si eres corredor
07.02.2022
La pronación consiste en un
movimiento natural mediante el cual el pie tiende a rotar hacia el interior de
su eje en el momento del apoyo. En función del grado de inclinación en ese
instante podemos hablar de una pronación leve o severa.
Los corredores con pisada
supinadora tienen un mayor riesgo de sufrir esguinces de tobillo, ya que esta
lesión aparece al forzar la rotación del tobillo hacia la parte exterior al
caminar o correr.
El suelo firme, liso y duro
perjudica a nuestra arquitectura anatómica en cuanto a que la somete a un
estrés añadido por el mayor índice de impacto. Por eso recomendamos siempre
entrenar sobre terrenos naturales.
Al prepararte una competición
de larga distancia, trata de no aumentar el volumen de kilómetros más de un 10%
de una semana a otra, causa frecuente de la aparición de diversos dolores,
molestias y lesiones en las extremidades inferiores.
El motivo de una lesión en el
pie puede tener su origen en otra parte del cuerpo que esté alejada, por ejemplo,
en la columna vertebral, debido a los desequilibrios de la cadena cinética.
Si practicas running de
manera regular es imprescindible someterse a un análisis biomecánico de la
pisada, un estudio que nos revela información sobre la manera de pisar al
correr y, por tanto, sobre nuestras necesidades tanto a la hora de elegir un
calzado deportivo como de adquirir unos soportes plantares personalizados
(plantillas) si fuera necesario.
Los corredores que presentan
una pisada pronadora tienen riesgo de sufrir diversas lesiones debido al
aumento de la tensión y la contractilidad muscular y ligamentosa: fascitis,
condromalacia, síndrome de cintilla, lumbalgia, pata de ganso, etc.
La pronación aumenta a partir
de los 60 minutos de carrera, por eso la mayoría de lesiones en corredores de
larga distancia aparecen en disciplinas como media maratón y maratón.
No todas las personas pueden
permitirse correr maratones. Los deportistas con pies verdaderamente planos,
debido a su mala estructura, no deberían hacer carrera más allá de media hora y
tres días por semana, y además ayudándose de unos soportes plantares
personalizados.
No te obsesiones con la zona
del pie con la que realizas el aterrizaje. Corre de manera natural, sin forzar
posiciones, independientemente de que seas talonador o apoyes con la zona
metatarsial. Otra cuestión es que seas muy proclive a sufrir lesiones; entonces
acude a un profesional que pueda valorar si el origen de esas lesiones se
encuentra en tu biomecánica de carrera.